Vincent Willem van Gogh, pintor holandés y figura destacada del Postimpresionismo.
Hijo de un pastor protestante y sobrino de ricos comerciantes de cuadros, en 1869 entró como dependiente en la sucursal en La Haya de la galería Goupil de París. En 1873 fue trasladado a la sucursal de Bruselas y luego a la de Londres. Aquí sufrió una primera crisis moral, provocada al parecer por su fracaso amoroso con la hija de su patrona, Ursule Loyer. Pidió el traslado y se instaló en París en 1875. Su misticismo se exaltó en contacto con un colega, el inglés Gladwell, y comenzó a trabajar irregularmente.
En la primavera de 1880, agotado, permaneció breve tiempo en Etten. Durante este período se escribió con su hermano pequeño el cual le prestó dinero y le animó a perseverar en el arte, ya que en los dibujos que le había remitido había descubierto unas dotes poco comunes, esperando además que esta actividad pudiera centrarle. Vincent aceptó el apoyo de su hermano y marchó a Bruselas a perfeccionarse en el dibujo . Luego volvió a Etten; pero su carácter intratable hacía difícil la vida en la casa paterna, tanto más cuanto se enamoró de su prima Kate. Esta se retiró en La Haya, pero Vincent la siguió y la amenazó con quemarse una mano si no le permitía verla.
Conoció entonces a una prostituta, Sien, cuya miseria le conmovió y vivió con ella y con sus hijos, y creyó haber encontrado la felicidad. Dibujaba con ardor y comenzó a pintar. Tiempo después, Vincent rompió con Sien y marchó a la región del Drenthe, donde pintó numerosos paisajes; después regresó a casa de su padre, que entretanto había sido trasladado a Nuenen; su padre murió en 1885.
Van Gogh se hallaba entonces en pleno período de producción y realizó su primera gran composición, Comiendo patatas, precedida de muchos bosquejos. Consciente de las insuficiencias de su técnica, se inscribió en la academia de Amberes, pero no pudo amoldarse a la disciplina pedagógica, y, en febrero de 1886, llegó a París sin haber prevenido a su hermano.
La evolución de Van Gogh está testificada por su pintura, hasta ahora sombría y pesada, que se aclara al descubrir la obra de los impresionistas, de los que Théo empezaba a vender cuadros. Trabajó en el taller de Cormon e hizo amistad con Emile Bernard, Tolouse-Latrec y Gaugin.
En París pintó unos doscientos lienzos, de factura cada vez más libre, paisajes de Montmartre y de Anières, y veintitrés autorretratos. Su carácter hosco hacía difícil la convivencia con él, y su hermano le aconsejó que se fuera al Sur de Francia, donde encontraría la luz intensa que por entonces buscaba a través de las estampas japonesas.
Fue a Arles en 1888 y comenzó a trabajar, pero la soledad le pesaba, y proyectó organizar un taller colectivo, en el que sus amigos pudiesen pintar junto a él. Logró que su hermano comprara algunos cuadros a Gauguin, para que éste pudiese ir a instalarse con Vincent en Arles. Gauguin llegó en octubre; pero las desavenencias entre los dos artistas llegaron a ser tan violentas que Van Gogh intentó golpear a Gauguin y se cortó el lóbulo de una oreja. Tras la marcha de Gauguin llegó Théo, que hizo ingresar a su hermano en un hospital de Arles. En mayo de 1889, Vincent pidió ser internado en el asilo de Saint-Paul-de-Mausole. Allí continuó trabajando encarnizadamente y sufrió sus crisis más graves, una forma de epilepsia hereditaria.
En Provenza pintó más de doscientos cincuenta retratos (Autorretrato con la oreja cortada, La artesiana, Roulin, en cartero) y paisajes (El puente del Inglés en Arles, El olivar; El campo de trigo amarillo) e hizo numerosos dibujos a caña. En mayo regresó a París y fue a instalarse en Auvers-sur-Oise, donde residía el doctor Gachet, que Pisarro había recomendado e Théo. El médico le recibió muy bien pero las relaciones se enfriaron pronto.
El 27 de julio de 1890, Vincent se suicidó con un tiro de revólver.
El arte es entendido generalmente como cualquier actividad o producto realizado por el ser humano con una finalidad estética o comunicativa, a través del cual se expresan ideas, emociones o, en general, una visión del mundo. Este blog está dirigido para informar sobre las principales pinturas, esculturas, fotografías y obras arquitectónicas de la historia. Asi mismo las imágenes de cada una de ellas, y las técnicas utilizadas para su elaboración.
jueves, 29 de septiembre de 2011
La primera pintura documentada de Goya en El Prado
El Museo del Prado (Madrid, España) exhibe la primera pintura documentada de Goya. Se trata de Aníbal vencedor, propiedad de la Fundación Selgas-Fagalde, que permanecerá en depósito durante seis años en el Prado en virtud del convenio marco formalizado entre ambas instituciones. Gracias a este depósito, el museo completará temporalmente una de las escasas lagunas cronológicas que se dan en su propia colección del artista, la más importante del mundo.
La exhibición en las salas del Museo del Prado de Aníbal vencedor ofrece al visitante la extraordinaria oportunidad de contemplar una de las composiciones de mayor relieve e impactantes de la etapa de juventud del artista aragonés. Fechada en la primavera de 1771 pertenece a un período no representado hasta ahora en el recorrido cronológico de colección de Goya del Prado.
Aníbal vencedor es un cuadro de indudable perfección técnica, que se pone de manifiesto en el armonioso orden compositivo, en el excelente tratamiento lumínico y en la seguridad de la pincelada para modelar las figuras con color y luz.
La exhibición en las salas del Museo del Prado de Aníbal vencedor ofrece al visitante la extraordinaria oportunidad de contemplar una de las composiciones de mayor relieve e impactantes de la etapa de juventud del artista aragonés. Fechada en la primavera de 1771 pertenece a un período no representado hasta ahora en el recorrido cronológico de colección de Goya del Prado.
Aníbal vencedor es un cuadro de indudable perfección técnica, que se pone de manifiesto en el armonioso orden compositivo, en el excelente tratamiento lumínico y en la seguridad de la pincelada para modelar las figuras con color y luz.
Matta: El cubo abierto
Coincidiendo con la celebración en 2011 del centenario del nacimiento del artista chileno Matta, el Museo Thyssen-Bornemisza (Madrid, España) propone una nueva instalación del ciclo L’Honni aveuglant (El proscrito deslumbrante), formado por cinco obras que pertenecen a su colección permanente. El montaje reproducirá exactamente el modo en que el artista lo presentó por primera vez en la Galerie Alexandre Iolas de París, en 1966. Junto a ellas, se expondrá también otra pintura de Matta de la colección permanente del Museo: Sin título, 1942-1943.
Un gran lienzo de fondo, Grandes expectativas; dos en los laterales, El proscrito deslumbrante y El dónde en marea alta; y otros dos colgados del techo, Donde mora la locura A y Donde mora la locura B; dan lugar a lo que Matta denominó "cubo abierto". Un montaje con el que el artista pretendía sumergir al público en su universo pictórico, cargado de referencias literarias, espirituales y artísticas. En lugar de situar al espectador frente a la obra de arte como ante una ventana, Matta lo introduce en ella, colocándolo en el centro del cubo como si fuera una de sus seis caras y haciendo, en definitiva, que se sienta poseído por el cuadro.
Matta (Santiago de Chile, 1911 – Civitavecchia, 2002) siempre tuvo a lo largo de su vida un gran interés por el estudio de las dimensiones y su representación, de tal manera que la investigación espacial fue una de las preocupaciones centrales de su pensamiento artístico. Por ello, el "cubo abierto" es para Matta la obra de arte total, que rodea al espectador y lo convierte en su protagonista.
Un gran lienzo de fondo, Grandes expectativas; dos en los laterales, El proscrito deslumbrante y El dónde en marea alta; y otros dos colgados del techo, Donde mora la locura A y Donde mora la locura B; dan lugar a lo que Matta denominó "cubo abierto". Un montaje con el que el artista pretendía sumergir al público en su universo pictórico, cargado de referencias literarias, espirituales y artísticas. En lugar de situar al espectador frente a la obra de arte como ante una ventana, Matta lo introduce en ella, colocándolo en el centro del cubo como si fuera una de sus seis caras y haciendo, en definitiva, que se sienta poseído por el cuadro.
Matta (Santiago de Chile, 1911 – Civitavecchia, 2002) siempre tuvo a lo largo de su vida un gran interés por el estudio de las dimensiones y su representación, de tal manera que la investigación espacial fue una de las preocupaciones centrales de su pensamiento artístico. Por ello, el "cubo abierto" es para Matta la obra de arte total, que rodea al espectador y lo convierte en su protagonista.
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